DEPILACIÓN LÁSER DIODO
Los sistemas láser para depilación, de última y más avanzada tecnología, ofrecen una alta satisfacción al cliente por su rápido índice de reacción a la depilación, por su comodidad, seguridad y eficacia.
El láser (luz) es absorbido selectivamente por la melanina (pigmento del pelo) produciéndose la destrucción del folículo piloso y por tanto, de las zonas responsables de la formación y crecimiento del pelo.
Por este método se puede depilar cualquier zona corporal si reúne las condiciones adecuadas.
La eficacia del tratamiento de depilación por láser depende de la tecnología utilizada, de la zona corporal a tratar (tipo de piel y pelo) y de la respuesta individual del cliente. Pelos gruesos y oscuros presentan mayor absorción de la luz del láser y mejor respuesta a la depilación. El vello fino y claro responde pobremente a la depilación permanente, aunque pueda suponer para la mayoría de los clientes una depilación igualmente satisfactoria.
Frecuentemente son necesarias aproximadamente entre 3 y 6 sesiones para conseguir la depilación permanente de la zona tratada, aunque este número variará dependiendo de las características de cada persona. Las sesiones están separadas por periodos mínimos de dos a tres meses para las zonas corporales y de uno a dos meses para las zonas faciales y cuello. Es necesario la existencia de pelo para realizar una sesión. La duración de la sesión depende de la superficie a tratar (número y tamaño de las zonas a tratar).
El tratamiento puede resultar molesto, pero es bien tolerado. La aplicación de una crema anestésica una hora antes del tratamiento puede estar aconsejada.
Al terminar la sesión se podrá observar en la piel tratada inflamación y/o enrojecimiento que desaparece en pocas horas. En un pequeño porcentaje de casos, generalmente en pieles morenas o bronceadas o zonas de pliegue, pueden producirse reacciones cutáneas superficiales o ampollas, costras o manchas oscuras o claras (hiperpigmentadas o hipopigmentadas). Estas manchas pueden durar días o semanas (a veces incluso meses y excepcionalmente, pueden ser permanentes). Los cuidados de estos efectos secundarios son sencillos, en la mayoría de las ocasiones es suficiente la aplicación de pomadas, geles o lociones que ayudan a regenerar el tejido. En todos los casos se ha de evitar el sol, Rayos UVA u otro agente irritante para la piel, y seguir las indicaciones recomendadas.