Es un método que consiste en la aplicación del gas Dióxido de Carbono por vía subcutánea mediante pequeñas infiltraciones. El anhídrido carbónico (CO2) médico se aplica para mejorar la microcirculación sanguínea y para rejuvenecimiento cutáneo ya que mejora notablemente la elasticidad de la piel.
Este gas es inocuo, puesto que es el mismo que expulsa nuestro cuerpo a través de la respiración.