En España la mujer llega a la menopausia a los 47 años, sin embargo a partir de los 40 años, los efectos de la reducción de la reserva folicular se hacen notar reduciéndose el número de ovulaciones hasta desaparecer completamente.
La mayor frecuencia de ciclos anovulatorios condiciona una irregularidad de los ciclos menstruales, mientras que solo un 10% de las mujeres experimenta el cese abrupto de sus menstruaciones. La herencia, menarquia, embarazos, etc., pueden ocasionar cambios en la edad de la menopausia, aunque hay que destacar que el principal factor tóxico relacionado con el adelanto en la edad de la menopausia es el tabaco.
Las manifestaciones clínicas de la menopausia dependen principalmente del déficit estrogénico. Tanto la disminución de estrógenos como de sus receptores provocan alteraciones a nivel de los diferentes tejidos efectores, pudiendo dividirse entre los que se presentan a corto, mediano y largo plazo:
– Manifestaciones a corto plazo (en la perimenopausia y postmenopausia inmediata): los sofocos y cambios del carácter como irritabilidad, nerviosismo, astenia, disminución de la libido, alteraciones del sueño, melancolía, depresión.
– Manifestaciones a mediano plazo (aproximadamente en los cinco años siguientes al cese de las menstruaciones): las principales dependen de la atrofia genitourinaria siendo frecuentes la sequedad vaginal, incontinencia urinaria, etc, alteraciones de la piel y faneras reducción de la secreción apócrina y sebácea y variación en la densidad del vello y alteraciones de la grasa corporal (con distribución central) que se relaciona con un incremento del riesgo cardiovascular
– Manifestaciones a largo plazo (a partir del sexto año aproximadamente del cese de las menstruaciones). Las principales son la osteoporosis y el incremento del riesgo cardiovascular
Los cuidados y tratamientos preventivos desde el ámbito de la medicina estética deberían iniciarse en la perimenopausia, preferentemente hacia el inicio de la cuarta década de la vida, estableciendo:
– Consejos dietéticos y nutricionales para evitar la ganancia de peso
– Evitar hábitos tóxicos como el tabaco y alcohol
– Técnicas para el control del stress
– Pautas de ejercicio físico moderado
– Cuidados preventivos de la piel y mucosas
– Tratamientos complementarios con antioxidantes, melatonina, suplementos con omega 3, etc. de acuerdo a una análisis personalizado de estos requerimientos
– Diagnóstico precoz y control de los factores de riesgo cardiovascular
Recomendar la derivación al especialista en endocrinología para corregir posibles desequilibrios endocrinos como tiroideopatías, déficit de hormona del crecimiento, etc. así como control ginecológico para valorar beneficios de la Terapia Hormonal Sustitutiva.
En el ámbito de la medicina estética, además de los cuidados preventivos en dietética y nutrición, se pueden pautar tratamientos del contorno corporal mediante el uso de:
– Técnicas de ultrasonidos y electroterapia: para la reducción de las adiposidades localizadas y tonificación muscular
– Técnicas de mesoterapia/ intradermoterapia con fármacos autorizados
– Técnicas de terapia hidrotermal: para el control del estrés, mejoría del drenaje venoso, etc.